El Vocero Isleño - OPINION

OPINION
Identidad
Existen distintas formas de obtener poder y llegar a la dominación casi absoluta de una sociedad y lo es por el proceso de imposición. Cuando se reprime en distintas formas, sobre la cultura (perdidas de fiestas regionales), sobre la vida (malos sistemas de salud, sectorizados o segmentados), sobre la historia (el no reconocimiento u olvidos de fechas importantes para la comunidad), la juventud, (devolviendo lo que ellos mismos le quitan, la dignidad del trabajo), la educación (clara inequidad en el sistema educativo y carente de políticas serias), se produce la pérdida de identidad y lo primero que se genera es una reacción. Esa reacción es real, y después, para que no nos sigan reprimiendo, nos silenciamos, nos acallamos y porque no nos sometemos para la obtención en otra etapa de algún beneficio, pero en realidad internamente muchos aun por su nivel de formación, la idiosincrasia y la historia de cada pueblo, aun se resisten. Se dice que existen dos identidades una individual y otra social, cuando hablamos de identidad, dejemos aquella que nos da nuestro documento sino la del individuo como tal, como quien soy, de donde vengo…y que es lo que quiero, para mí y para mi comunidad en una identidad colectiva. Por lo tanto podemos decir que cada pueblo tiene su identidad y depende directamente de la de cada individuo, pues la sumatoria de las mismas hace a la identidad social, pudiendo decir que en esta diversidad están dadas las condiciones concretas, por la historia, por la pertenencia de clase que construimos nuestra identidad como pueblo. Una forma de sometimiento es atacar la identidad individual primero, para después colectivamente lograr el poder en una comunidad e imponer una propia, la cual responda a sus intereses. El poder, para mantener su identidad, hasta podríamos llamarla de costumbres y no ideológica, porque hoy carecen de ellas, deben algunas veces ceder a pedidos del pueblo y prácticas de este. Por lo tanto la comunidad hoy tiene la identidad del poder que lo domina y solo quienes no adoptamos la identidad colectiva y cómoda de esta forma de poder es que pretendemos cambiar este modelo moderno de sometimiento pensando en el bien común y colectivo.